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Barcelona es una ciudad que mira hacia el futuro. Fue designada capital europea de la innovación y, por supuesto, todo esto repercute de manera apasionante en el urbanismo y la arquitectura.

Estética de la arquitectura contemporánea de Barcelona

Desde el siglo XX, arquitectos de renombre internacional contribuyen a escribir la historia contemporánea de Barcelona. La exposición universal de 1929 y los Juegos Olímpicos llamaron la atención de los arquitectos más célebres.

Los edificios construidos durante la última década hacen referencia a corrientes del arte moderno como el cubismo, el neoplasticismo o el futurismo.

Los edificios que no hay que perderse

1. MACBA, Richard Meier

El MACBA es un monumento que debemos incluir en nuestro itinerario. Sus líneas modernas, su blancura resplandeciente y sus dimensiones colosales contrastan de forma muy marcada con el barrio histórico en el que se encuentra, pero esto no hace más que ponerlo aún más de relieve.

2. Torre Agbar, Jean Nouvel

Terminada en 2005, esta torre, que mide 144 metros de alto y tiene 38 pisos, sorprende por su forma redondeada que, en principio, nos hace pensar en las torres de la Sagrada Familia. Su doble «piel» de persianas de vidrio graduables que pasan progresivamente del rojo al azul es impresionante.

Por la noche, la torre se ilumina y refleja 16 millones de colores gracias a sus 4.500 leds y a un sistema de software y de hardware.

3. Mercat de Santa Caterina, Miralles & Tagliabue

Santa Caterina fue el primer mercado cubierto de la ciudad. El tejado se renovó de arriba a abajo en 2005 y el resultado es impresionante. Ondulado y multicolor, representa los puestos llamativos del mercado y rinde homenaje al trabajo de Gaudí y al uso de la cerámica.

4. Pabellón de Barcelona, Mies van der Rohe

Se construyó en 1929 para representar a Alemania en  la Exposición Internacional de Barcelona. Aunque tenga casi un siglo, parece mucho más contemporáneo que muchos de los edificios que se han construido después.

Al final de la exposición lo desmontaron pero, ha aportado tanto a la historia de la arquitectura, que un grupo de arquitectos catalanes decidió reconstruirlo de manera idéntica en los años 80.

5. Disseny Hub, MBM Architectes

Mientras que su vecina, la torre Agbar, destaca por su verticalidad, el museo del diseño brilla por su horizontalidad, lo que contribuye a crear un diálogo entre las dos obras.

Su construcción fue un verdadero desafío, ya que se trataba de crear un edificio representativo de su función que, al mismo tiempo, ofreciera un espacio suficientemente neutro para no robarles protagonismo a las obras expuestas.

6. Mercat dels Encants, Fermín Vázquez

Es uno de los mercados de artículos viejos más antiguo de Europa. Se celebraba al aire libre y de manera más bien desordenada hasta que en el año 2008, el ayuntamiento decidió organizar un concurso de arquitectura para construir una estructura permanente que albergara el mercado.

El proyecto ganador rinde homenaje a la historia dels Encants, convirtiéndolo en un espacio abierto y dotándolo de un inmenso tejado de diseño futurista.

7. Palau Sant Jordi, Arata Isozaki

Está considerado como una obra maestra de la arquitectura moderna. Se inauguró en 1990 y sirvió de sala principal a los Juegos Olímpicos de 1992.

Hoy en día, este espacio se utiliza para numerosos eventos como, por ejemplo, conciertos, gracias a su gran aforo y su versatilidad excepcional.

8. Torre de telecomunicaciones de Montjuïc, Santiago Calatrava

Se construyó con ocasión de los Juegos Olímpicos. Esta torre se distingue por su diseño innovador, que recuerda a la silueta de un atleta que lleva la llama olímpica. En la parte baja de la torre, destaca una decoración hecha con la técnica del trencadís, inventada por Gaudí y que consiste en el uso de pedazos de cerámica.

9. Edificio Fòrum, Herzog & De Meuron

Su triángulo colosal es muy innovador, ya que se aparta de las formas cuadradas y rectangulares para crear sus propios códigos. Hoy en día alberga el Museu Blau, que forma parte del Museo de Historia Natural de Barcelona.

10. Suites Avenue, Toyo Ito

Este proyecto es especial porque consistió en transformar un edificio de despachos en apartamentos turísticos de lujo. Está situado en pleno Passeig de Gràcia, enfrente de la emblemática Pedrera de Gaudí.

Su fachada ondulada no sólo recuerda a la Pedrera sino que, además, permite ver sin ser visto desde los apartamentos.

11. Edificio Gas natural, Miralles & Tagliabue

Está situado en el barrio de la Barceloneta. Los arquitectos decidieron levantar una torre y completarla con otros volúmenes horizontales que recuerdan los códigos urbanísticos del barrio. El resultado es impresionante. Por la noche, la mariposa pequeña del logotipo parece que flota sola en el cielo y añade un toque poético al conjunto.

12. Hotel ME, Dominique Perrault

El hotel ME comparte varias características con el edificio de Gas natural. Un gran cubo y un paralelepípedo rectangular sirven de contrapeso a esta torre grande y enriquecen sus volúmenes. La torre es ancha pero poco profunda: es lo que garantiza que en casi todo el edificio se disfrute de una vista bonita.

13. Centro de convenciones del Fòrum, Josep Lluís Mateo

Este edificio gigantesco de más de 22.000 m2 se construyó en el año 2004 con el objetivo de albergar el Fórum universal de las culturas organizado por la Unesco.

El propósito del arquitecto era que entrara tanta luz como fuera posible y crear un diálogo con el entorno exterior. El resultado es muy agradable y se armoniza a la perfección con los otros edificios del barrio del Fòrum.

14. Torre Fira, Toyo Ito

La torre ha ganado el premio al mejor rascacielos del mundo. Está situada en L’Hospitalet de Llobregat. El arquitecto japonés que la diseñó se inspiró de la forma de las flores de loto pero al mismo tiempo la dotó de una aspecto vanguardista en el fondo.

15. Pont de Bac de Roda, Santiago Calatrava

Es el «puente blanco de Barcelona» y recibió el premio FAD de arquitectura en 1987.

Se inspira en las líneas curvas del cuerpo humano. Se construyó para crear un camino por encima de la vía férrea pero también para unir el barrio de Sant Andreu al resto de la ciudad y dotarlo de una imagen más moderna.