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El consumo medio diario de agua en España es de aproximadamente 133 litros por persona, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2020. Este consumo supera las necesidades reales, ya que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que alrededor del 30% del agua producida a nivel mundial se pierde debido a fugas, derroches y uso inadecuado.

La factura anual promedio por persona en España es de unos 91 euros. Esto podría parecer poco significativo en términos económicos, pero reducir el consumo de agua en el hogar contribuye al ahorro y al cuidado del medioambiente.

Factores que influyen en el consumo de agua:

  1. Climáticos: el consumo varía según la estación del año.
  2. Económicos: tarifas escalonadas penalizan el despilfarro, incentivando el ahorro.
  3. Tecnológicos: la instalación de dispositivos eficientes reduce el gasto.
  4. Urbanísticos: las viviendas unifamiliares suelen consumir más agua debido a jardines o piscinas.

Distribución del consumo de agua en el hogar:

  • Ducha: 34%
  • Inodoro: 21%
  • Lavabo: 18%
  • Lavadora: 10%
  • Beber: 8%
  • Lavavajillas: 5%
  • Cocina: 4%

Consejos para reducir el consumo de agua:

Higiene personal: optar por duchas de 5 minutos (50 litros) en lugar de baños (hasta 200 litros). Cerrar el grifo mientras nos cepillamos los dientes, enjabonamos las manos o afeitamos puede ahorrar hasta 40 litros diarios.

Inodoro: regular la descarga de la cisterna y utilizar pulsadores de doble descarga para controlar el volumen de agua utilizado.

Cocina: utilizar el lavavajillas y la lavadora solo cuando estén llenos y seleccionar programas cortos. Al cocinar, emplear ollas de tamaño adecuado y reutilizar el agua de cocción para otras cosas, como regar plantas.

Consejos generales:

Descongelar alimentos en el frigorífico en lugar de usar agua caliente.

Tener una jarra de agua en el frigorífico para evitar dejar correr el grifo hasta que salga fría.

Reparar fugas de grifos, que pueden desperdiciar hasta 24 litros diarios.

Reutilizar el agua que se deja correr mientras se calienta la ducha para otros usos, como fregar o regar plantas.

Instalar aireadores en los grifos para reducir el caudal sin perder presión.

Jardín y piscina: diseñar sistemas de riego eficientes, evitar regar en las horas centrales del día y mantener la piscina adecuadamente para minimizar la necesidad de rellenarla.

Implementar estas prácticas no solo reduce la factura del agua, sino que también contribuye a la sostenibilidad y al cuidado del medioambiente.