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La okupación ilegal en comunidades de vecinos es una problemática a la que cada vez se enfrentan más vecinos. Este problema afecta a las comunidades desde hace años, pero se disparó desde el pasado 2020, cuando los okupas en comunidades de vecinos crecieron exponencialmente.

¿Cómo actuar con okupas en la comunidad de vecinos?

Si en la comunidad de vecinos hay okupas en viviendas, se debe iniciar un proceso de desahucio, siendo presentada una demanda por parte de los dueños o las personas que demuestren su legitimidad para habitar en la vivienda.

Si el propietario del inmueble no reacciona, los vecinos de la comunidad siempre pueden denunciar la okupación, ya que se estaría produciendo un allanamiento de morada. En ese caso, los Mossos d’Esquadra pueden intervenir sin orden judicial durante las primeras 48 horas.

Problemáticas que pueden ocasionar okupas en la comunidad de vecinos

Los okupas en la comunidad de vecinos no suelen pagar los gastos asociados a la luz o el agua, por lo que obtienen los suministros principales mediante enganches ilegales. Estos enganches no solo ponen en peligro la propia vivienda, sino también al resto de propietarios y personas residentes en la comunidad, debido al peligro de electrocución o incendio.

Los okupas también ocasionan inseguridad, por lo que se pueden generar encuentros o situaciones violentas con los vecinos. Además, los propietarios pueden sentirse inseguros en sus propias casas.

Por último, los pagos de cuotas o derramas correspondientes a la vivienda okupada no se realizan, por lo que surgen deudas con la comunidad. Por lo general, los vecinos tienen que hacerse cargo de estas deudas de forma solidaria.

Consejos para evitar okupas en la comunidad de vecinos

El mejor consejo es mantener las viviendas ocupadas para disuadir a los okupas, ya que éstos se instalan en aquellas casas en las que detectan que no hay nadie residiendo.

Durante los periodos vacacionales, se puede intentar acudir a la vivienda con frecuencia para que los posibles okupas se percaten de que hay movimiento en el inmueble. En el supuesto de no ser posible (por estar muy alejados del hogar u otras circunstancias), se le puede pedir a una persona de confianza que visite nuestra casa asiduamente.

Si tenemos que ausentarnos durante un período de tiempo más largo, existe la posibilidad de alquilar el inmueble mediante un contrato de temporada, cuya duración debe comprender desde los 31 días (mínimo), hasta 11 meses (máximo).

Si se establece un alquiler por un período inferior a los 31 días, se consideraría un contrato de alquiler de piso turístico, algo no permitido en muchas comunidades.

Por otro lado, las puertas y las ventanas son los puntos más vulnerables frente a los okupas, por lo que son los accesos que deben priorizarse a la hora de reforzar la vivienda para evitar una posible okupación. A esto se le suma la instalación de alarmas que, además de ayudar a evitar la okupación de la vivienda, también ayudará a evitar robos en la misma.