La iluminación es uno de los factores más importantes a tener en cuenta en una vivienda, aunque en algunas ocasiones pase inadvertida y no prestemos demasiada atención.
Cuando se trata de la iluminación para el estudio y poder hacerlo de manera eficiente, las luces juegan un papel muy importante.
¿Cuál es el mejor tipo de luz para estudiar?
La luz fría o luz blanca, de unos 4.000K- 5.000K es apropiada para los ambientes donde se requiere poner atención, como en el caso del estudio, la lectura o coser, por ejemplo. Otro aspecto a tener en cuenta es el índice de Reproducción cromático (CRI) que permite reproducir fielmente los colores.
Colores azules fríos
Los colores LED azules fríos se incluyen en la categoría de colores claros fríos. Esta luz es mejor para estudiar, ya que puede imitar la luz del día. También hacen que el cerebro esté atento durante el estudio.
Blanco frío
La luz blanca fría está asociada de alguna manera con la luz del día y puede ser la mejor opción. Es uno de los colores LED más significativos y preferibles en términos de productividad. Generalmente, obtenemos la esencia fresca y clara de la luz de la mañana.
Este color de LED es capaz de proporcionar una visión brillante y clara y, por lo tanto, alienta a mantenernos concentrados.
Blanco neutro
La luz blanca es el color LED más cercano a la luz natural del día y nuestro cerebro establece esta semejanza, ayudando a la concentración durante el estudio.
¿Son aconsejables los colores cálidos para estudiar?
Los colores fríos y claros son mejores para estudiar porque son mucho más brillantes e inhiben la secreción de melatonina. La melatonina inicia el ciclo del sueño. Sin embargo, estudiar bajo colores cálidos afecta la vista ya que tenemos que esforzarnos más. Por tanto, los colores cálidos no son buenos para estudiar pero sí en cambio para la relajación y conciliación del sueño.