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Aunque es un placer disfrutar del buen tiempo y de las piscinas, hay una cosa que el calor siempre trae consigo… ¡los mosquitos!

Y entre las diferentes especies de mosquito en Barcelona, encontramos el mosquito tigre (Aedes albopictus).

Su presencia se detectó en Catalunya por primera vez durante el verano de 2004. Desde ese momento, se ha ido extendiendo y desarrollando, principalmente en zonas urbanas, donde encuentra su hábitat preferido, tanto en espacios públicos como privados.

Es una especie invasora con una fisonomía muy característica: es pequeño y negro, con franjas blancas en el cuerpo y una sola raya blanca que le recorre la cabeza y el tórax.

Es un picador agresivo, vuela bajo y pica de día. Además, puede transmitir enfermedades si se dan las condiciones necesarias, conocidas como arbovirosi o causadas por arbovirus.

Para evitar la reproducción y proliferación de los mosquitos tigre, es muy importante tomar una serie de precauciones en las comunidades de propietarios:

1. Evitar la acumulación de agua en zonas ajardinadas.

Se debe revisar el estado de los sistemas de riego para detectar posibles pérdidas que propicien la aparición de charcos. También es importante tener cuidado con las bases de los maceteros y vaciarlos regularmente. Se aconseja la instalación de mosquiteras en elementos que, necesariamente, acumulen agua como, por ejemplo, algunos estanques decorativos o determinadas fuentes.

2. Confiar exclusivamente en empresas de jardinería, piscinas y control de plagas totalmente homologadas.

Se debe evitar recurrir a personas no cualificadas que carezcan de los permisos para tratar con determinados productos que pueden ser peligrosos para la salud pública, al tiempo que poco efectivos para controlar al mosquito tigre.

3. Si se detecta la presencia del mosquito tigre, es necesario dar aviso inmediatamente a las autoridades a través de la app ‘Tigatrapp’, desarrollada para este efecto.

Además se deberá avisar al Administrador de Fincas Colegiado para que también se ponga en contacto con las administraciones competentes en la materia y con las empresas encargadas del mantenimiento de la comunidad.

4. Si la piscina aún está sin uso, es importante que esté tapada.

En caso de que esté ya habilitada para el baño, el agua debe ser tratada con productos que eviten el desarrollo de las larvas.